- ¿Por qué regresas esta noche?
- Tenía ganas de hablar con alguien sensato.
- ¿L no está disponible?
- No está conectado.
- Es una pena. Siempre te ayuda a aclarar ideas.
- Es cierto. Le debo mucho.
- ¿No crees que lo cansas?
- Por eso no le conté sobre la pelea.
- Ya era hora que lo dejes en paz... ¡pobre chico!
- ¿Chico? Tiene mi edad.
- Ok. ¡Pobre hombre!
viernes, 4 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario