miércoles, 27 de enero de 2010

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A veces creemos que todo se acabó y comenzamos a buscar alternativas. Eso fue lo que hice el lunes 28 apenas desperté. No pensaba quedarme en Lima todo el fin de semana (y menos año nuevo) a rumiar sobre lo que había pasado. Tenía que hacer algo... ¡y pronto!
Es cierto que, cuando buscamos alternativas desesperadamente, se nos ocurren unas un poco jaladas de los pelos... bueno, todas las que se me ocurrieron eran jaladas de los pelos. Felizmente tengo a mi buena amiga B. Ella fue quien me hizo pisar tierra, me propuso un fin de semana medio azaroso pero bastante más aterrizado que los que se me habían ocurrido hasta el momento. Comenzamos a buscar opciones (y nos dimos con que encontrar un hospedaje en el sur para año nuevo y a esas alturas era cosa difícil. Aún así organizamos “la aventura” y nos dispusimos a pasar el año nuevo cerca de la playa).

Pero retrocedamos un poco en el tiempo para que puedan entender un par de cosas:
Cuando las cosas con J comenzaron, su hermana quería intentar algo conmigo. Obviamente, eso nunca sucedió y le dolió muchísimo cuando J le contó que estábamos juntas.
Respecto a las reacciones de J frente a mis pesadísimas bromas que incluían a su hermana como una posible sustituta... bueno, pues J reaccionaba como cualquier chica celosa de su pareja lo hubiera hecho... solo que con un poco más de... ¿cómo decirlo? Énfasis, tal vez, para no decir lo mucho que se molestaba si la broma incluía a su hermana [Por favor, si alguien quiere pegarme por haber hecho tales bromas, absténgase hasta terminar de leer esto y ver cómo aprendí a no decir eso ni en broma nunca más].
Mientras J y yo discutíamos por msn, noté que la hermana de J me hablaba más de lo usual. Primero pensé “¡Wow! ¡Qué buena amiga!”, después, según iba leyendo lo que la chiquilla me escribía en el msn e iba recordando comentarios sueltos, algo en mí comenzó a sospechar... ¿por qué esta chiquilla me está prestando el hombro? ¿por qué está a mi lado y no al lado de su hermana? ¿por qué, por lo menos, no se mantiene a distancia? ¿por qué comienza a parecerme que esos comentarios no dejan bien a su hermana? Sí, sí, ya sé que ningún ser humano es perfecto y que muchos pueden tener segundas intenciones... pero... ¿su hermana? Repito con incredulidad: ¿su hermana? ¡Jamás hubiera pensado eso!
Pero sí. Finalmente, y bien disimulado, me dijo para salir. Si hay algo a lo que yo no puedo negarme es al conocimiento, en todas sus formas, especialmente al conocimiento del ser humano. Si esa mocosa estaba queriendo hacer una mala jugada, yo tenía que comprobar que fuera así. Nunca me he conformado con que me digan que algo es así y no verlo demostrado, y esta no iba a ser la excepción.
Fue buena compañía, lo admito. Especialmente cuando se trata de una mujer despechada es necesario que haya buena compañía... para que la tarada de la despechada no haga estupideces. Caminamos mucho y conversamos todas esas horas. Terminó la noche, cada una se fue a su casa y cada una se conectó a su msn... y seguimos conversando y conversando y conversando y ya eran como las seis de la mañana cuando me soltó lo que hacía horas estaba por soltarme: J estaba coqueteando con un tipo de su oficina.
Pequeño detalle: J me había contado cómo su hermana quería sacar plan con ese tipo.
Obviamente la chiquilla se me cayó jodido, no le creí una palabra y hasta me dieron náuseas por lo que estaba presenciando. Le dije que me tenía que ir y la bloqueé para siempre.
Mientras todas estas conversaciones con su hermana se sucedían, J y yo habíamos estado intercambiando mensajes de texto y tratando de coordinar para vernos... y tratando de expresar nuestros pensamientos y, más difícil aún, nuestros sentimientos. Yo sabía que, si le decía a J con quién estaba conversando o con quién estaba, todo se iría al diablo. Pero... ¿por qué no adivinan cómo lo supo? [¿Tengo que decirlo? Está bien: su hermana se lo dijo].
El mismo día en que yo había tenido náuseas al ver lo bajo que podía caer su hermana, J y yo logramos ponernos de acuerdo en lugar y hora para conversar. Como es de esperarse, no tardó en decirme lo mucho que la había decepcionado al salir con su hermana, había esperado mucho más de mí... pero también supo escuchar cuando le dije por qué lo había hecho y me conoce lo suficiente como para saber que tengo esa manía de querer ver las cosas por mí misma y no solo creer, así se trate de la fuente más fehaciente del mundo. Por lo tanto, para mi tranquilidad y nuestra felicidad, me creyó... y esta entrada tiene un final feliz, pues volvimos y tuvimos un fin de semana y un año nuevo espectacular, donde, obvio, también estuvo B y tres nuevos amigos.

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